"En el límite de la tierra de los hombres, erguido en la cumbre que embrujó sus noches, el joven alpinista yergue su cuerpo y su corazón, su alma y sus sueños.
Una región de nieve y rocas se extiende ante él hasta perderse de vista, en medio del silencio y el misterio infinito."
Gaston Rébuffat

1 de octubre de 2013

LA CANAL DEL PÁJARO NEGRO (La Hora Oscura)

Hace ya días que el otoño se ha instalado en nuestras montañas. Tras un verano inusualmente bueno, sin apenas precipitaciones y con temperaturas moderadas que nos han permitido trabajar y disfrutar de Los Picos como nunca, llegan las primeras señales de que la cosa empieza a cambiar.
Los días se acortan, las primeras borrascas hacen acto de presencia y la chaqueta de fibra se agradece por las noches.
Antes de que el mal tiempo se adueñe de la Cornisa Cantábrica, aprovecho para realizar algún trabajo que estaba pendiente desde principios del verano.
Hablo con Iñaki y le comento que quizá sea la última baza para nuestro proyecto de esta temporada: La Canal del Pájaro Negro.

El 9 de febrero del 2008 hice por primera vez esta vía con Fer. 
Un año antes, el 17 de Marzo de 2007, nuestro querido Pedro Udaondo, autor junto a Ángel Landa de esta atrevida apertura, fallecía en un fatídico accidente en Las Barrastrosas, mientras se aproximaba al Corredor del Marqués.
Fue el mismo Pedro, junto con Jaime Álvarez y Félix Bonales, quienes 16 años después hicieron la primera invernal de la vía, en 1974. Gran ascensión.
Quisimos entonces, tras la muerte de Pedro, hacerle nuestro pequeño homenaje, repitiendo esta gran vía, en invierno por supuesto. 

Si tengo que escoger un lugar y una montaña para estar, escalar o simplemente observar Los Picos, sin duda ese lugar es Vega Huerta, y como no, la montaña sería Peña Santa.


Cara Sur de Peña Santa

Con las ideas claras y la mochila llena, quedo con Iñaki en Ribadesella y desde allí continuamos en mi coche hasta Vegabaños. Durante el camino nos ponemos al día. Han pasado cuatro años desde la primera y única vez que escalamos juntos. Entonces fue la Nani, un día ventoso y nublado en el que esquivamos la tormenta hasta que llegamos al coche. Buenos recuerdos.

Subiendo hacia El Frade atardece y el bosque de Cuesta Fría es un espectáculo. A mitad de la Canal del Perro encendemos la frontal.

Últimas luces sobre en valle de Sajambre.

En algo menos de tres horas llegamos a Vega Huerta. Hay cuatro personas en el refugio así que nos tocará dormir al raso. Cenamos y al saco. 
No pasan ni cinco minutos y siento algo en la cara... Está lloviendo!! Como tiros, metemos todo en las mochilas y salimos corriendo hacia la cueva. Allí seguro que no nos mojamos. Es un lujo dormir aquí, con la Peña Santa justo en frente, protegidos del viento y la lluvia.

Después de un té con galletas, a eso de las 07:30 salimos de la cueva hacia la pared y en poco más de media hora ya estamos en la entrada de la canal. Las luces del amanecer nos sobrecogen. Estos son los momento en los que siempre nos acordamos de Pedro. El lo llamaba "la hora oscura", instantes en los que el sol lucha con las tinieblas para hacerse un hueco en el día. Momentos de incertidumbre, miedos e inquietud.

Primeras luces.
La canal es una pedrera gigante y estrecha con un par de bloques en los que hay que hacer dos mini largos. El resto se supera en cuerda corta sin problemas. 
No se parece en nada a cuando pasamos hace 5 años. Pese a que era un invierno seco, la nieve cubría la canal casi por completo.

Último resalte.
Entrada de la canal.


En poco más de media hora llegamos al final, bajo los dos largos de IV que nos llevarán bajo el característico Pilar.

El sol gana...
Llegada a El Pilar.

Los hago en una sola tirada y cuando llego a la reunión se cumplen mis miedos. El viento es fortísimo y nos acompañará todo el día. En la canal ni nos enterábamos...
Iñaki sube rápido y se sorprende de lo que hemos subido. Estamos a la altura del Nevero Colgao.

Unos A0s para superar los primeros metros del pilar y llego así al pie de La Losa. Buena roca y canalizos en estos largos.

Vistas hacia La Bermeja y Las Pardas.
Roca excelente en La Losa. Abajo Carbanal.






Llegamos al rápel intermedio. Apenas 10 metros para entra de nuevo en la canal. Pensé que en los siguientes largos estaríamos más protegidos del viento pero me equivocaba. Viene de todos lados, de arriba y de abajo, hinchando nuestros pantalones como si fueran globos. 
Esto hace que no disfrutemos del todo, con una constante sensación de inquietud.

El largo de La Chimenea es tan peleón como lo recordaba, más aún llevando mochila. 


Iñaki saliendo de la chimenea
Hace 5 años, con el piano a la espalda.






















Solo nos queda un largo de fisura hasta una terraza inclinada y se habrán acabado las dificultades. El viento sigue castigándonos sin tregua, pero aún así vamos a buen ritmo. Hace 5 años que no pasaba por aquí pero recuerdo todo muy bien. Son todos los largos muy característicos.



Llegando a la terraza inclinada. Ambiente garantizado.

















Tras una fácil canal de roca mediocre y bloques llego a la arista. Vamos a volar! Tendremos que ir con mucho cuidado para que alguna ráfaga no nos de un susto. 


En plena arista, con Los Basares y El Boquete al fondo.

















En esos momentos Fer está cruzando justo por El Boquete hacia Caín. Nos buscamos pero no nos vemos.
Pese a las condiciones duras, adoro llegar a la cumbre a través de esta arista. El ambiente es espectacular.


Macizo Central. 

















El viento no invita a estar mucho en la cumbre, pero aún así la disfrutamos, comemos y bebemos. No se ve a nadie.
Hemos hecho la vía en algo menos de 6 horas. No está nada mal.
Estamos encantados de estar aquí arriba, después de tanto tiempo, compartiendo esta montaña. Este trabajo nos da momentos increíbles, experiencias únicas.


Con Iñaki en la cumbre.
















Bajamos por La Estrecha. 
El nevero de La Forcadona resiste y cada día está más complicado de pasar. Me obliga a tallar unos peldaños y prestar mucha atención. Las rimayas son gigantes.


La Forcadona.  Canal Parda y Los Traviesos al fondo.
















En poco más de dos horas llegamos a la cueva, donde bebemos y comemos lo poco que nos queda mientras observamos la pared.


Cara Sur desde la cueva.

















Hacemos la mochila y nos vamos, con cierta pena por dejar este lugar que nunca invita a marcharse. 
Pero en tiempo apremia. Iñaki tiene que volver a Pamplona y yo a casa. Al día siguiente tenía que dar la vuelta a Peña Santa de Enol, pero esta vez el viento y la lluvia se tomaron la revancha en Vegarredonda. 

Mientras descendemos, disfrutamos de las luces de este nuevo otoño. Otro atardecer espectacular en el bosque de Cuesta Fría. 
Bajamos hablando de futuros proyectos, escaladas, esquí... Montañas.
En Vegabaño echamos la vista atrás y nos despedimos por última vez de esta gran montaña que, seguro, nunca dejará de sorprenderme.


Peña Santa.

















Estoy muy satisfecho de haber guiado esta vía. No muy difícil, pero larga, en una montaña aislada, austera y siempre con compromiso. 
Se que a Pedro le hubiera gustado. En nuestro recuerdo estarás siempre; en cada largo de sus vías, en los canalizos de sus queridos Picos, en cada amanecer, mientras nos enfrentamos a "la hora oscura".