"En el límite de la tierra de los hombres, erguido en la cumbre que embrujó sus noches, el joven alpinista yergue su cuerpo y su corazón, su alma y sus sueños.
Una región de nieve y rocas se extiende ante él hasta perderse de vista, en medio del silencio y el misterio infinito."
Gaston Rébuffat

11 de agosto de 2013

PASIONES, OFICIOS Y MONTAÑAS

En muchas ocasiones no nos damos cuenta a la velocidad que cambia la vida. Inmersos cada uno en nuestros propios problemas, muchas cosas suceden sin que nos percatemos.
Vivimos un periodo de crisis, en la que el consumismo ha dejado paso al "con su mismo...", apurando todas nuestras cosas hasta el límite, arreglando y reparando por enésima vez productos que ya no cambiamos tan a la ligera.

Esto hace que oficios de toda la vida renazcan, y los que no habían desaparecido del todo, subsistan a base de mucho trabajo, pasión y dedicación. Los zapateros resuelan calzado sin parar y se colocan cremalleras nuevas en bolsos y mochilas. El tapicero ya no recuerda cuantas veces ha arreglado aquella butaca de orejas de mi abuela.
Se arreglan muebles viejos que aún tienen muchas cosas que guardar.

Hoy en día, quien tiene un oficio tiene un tesoro. 


Artesano trabajando la madera.



















Carpinteros, electricistas, fontaneros, artesanos de muchos tipos, pastores e incluso guías de montaña, tenemos la suerte de haber aprendido un oficio que nos permite, pese a las difíciles circunstancias, seguir viviendo dignamente, desarrollando un trabajo que en muchos casos viene de una pasión y un amor enorme por lo que hacemos.


Guiando en Los Picos de Europa.













Todos estos oficios se caracterizan por una cosa: en muchos casos han ido pasando de padres a hijos durante generaciones y generaciones, heredando conocimientos y saberes que se van perfeccionando y puliendo para que no se pierdan y perduren en el tiempo.
Pero los tiempos cambian y no podemos dejar de lado el progreso. Éste no siempre hace honor a su significado y en ocasiones parece que vamos hacia atrás, como los cangrejos.

Hoy en día casi todo está regulado y tiene que moverse bajo unas normas y reglas que nos impone nuestra propia sociedad. Normas y reglas que han de ser iguales para todos y a las que todos nos tenemos que ir adaptando y ajustando, nos gusten más o nos gusten menos.
Muchos de estos oficios tienen desde hace ya unos cuantos años una formación reglada que da una titulación, la cual concede una serie de capacitaciones profesionales. Al igual que cualquier carrera universitaria hace con sus diplomados o licenciados.

En nuestro caso, desde hace ya bastante tiempo, se ha ido impartiendo una formación oficial que trata de dar a todos los que la han llevado a cabo y a los que estamos aún inmersos en ella, una serie de conocimientos, experiencias y competencias para que realicemos nuestro trabajo con el mayor rigor y profesionalidad posible.
Será mejor o será peor, pero es muchísimo más que no tener nada y seguir viviendo y trabajando en la anarquía. 
Esta formación es dura y lleva a algunos a vivir y trabajar en la sombra de la ilegalidad, el engaño a los clientes y la competencia desleal. Todo esto se conoce como Intrusismo Laboral.

Este año he tenido el privilegio de trabajar en la formación como profesor del C.E.F.E.M. formando a futuros Técnicos Deportivos II de Escalada en Roca.


Alumno durante una clase práctica en Los Galayos.















Un gran amigo y compañero de trabajo y yo, nos encontramos en la recta final de nuestra formación, quedándonos nada más, y nada menos, que los exámenes finales de T.D.III de Alta Montaña, para obtener así la titulación de Guías de Alta Montaña con la credencial internacional U.I.A.G.M.

Tener mi propia formación tan reciente me da una perspectiva curiosa de la situación, entendiendo bien las preocupaciones, inquietudes y dudas de los alumnos. Entiendo bien lo que se juegan porque se perfectamente cuanto están sacrificando e invirtiendo, en tiempo, dinero, estar con la familia...
Hay que estar a tope todos los días o al menos todos los posibles. Madrugones, aproximaciones, escaladas, preparación de todas y cada una de las salidas. Al fin y al cabo es la dinámica de cada día trabajando, pero con el añadido de la observación y evaluación de todo lo que haces.
La presión y la exigencia en los cursos es alta, pero la recompensa es aún mayor.
  
Prácticas de escalada en pared y cuerda corta.
























Hace años que existe este oficio, tantos como hace que los primeros pastores y otros habitantes de las montañas comenzaron a acompañar y a guiar a aristócratas y demás clases adineradas de las ciudades en sus incursiones por Los Alpes y otros macizos.

Las nuevas generaciones de guías que están saliendo de sus respectivas formaciones, se encuentran cada vez más concienciados e involucrados en la profesión. Algunos de ellos poseen una gran trayectoria alpina y tiene sobre sus hombros infinidad de horas en el monte. Tengo el honor de conocer y compartir muchas de esas horas con alguno de ellos. Alpinistas con mayúsculas que mientras acaban sus formación, trabajan como guardas en refugios, porteando o como guías acompañantes, siempre dentro de sus competencias.

Guiando en El Picu a primeros de Junio.















No nos engañemos; todos hemos hecho cosas fuera de nuestro terreno: escaladas, travesías con esquís o algún curso de alpinismo. Lo hemos hecho durante la formación, encontrándonos dentro de este largo camino que parece no va a acabar nunca. No somos menos culpables pero si con una actitud muy diferente. Y es que aquí está la clave: La Actitud.

Siempre hemos asumido cosas lógicas como los ratios, las tarifas y nuestras propias limitaciones, respetando dentro de lo posible el trabajo de aquellos que nos han precedido y allanado el camino.

Hoy en día hay un problema añadido para aquellos que no tiene la formación requerida, ni la intención de tenerla... 
Los Seguros de Accidentes y de R.C. no los cubren si están fuera de sus competencias. Los Seguros tampoco cubrirán si no estamos dados de alta como autónomos. Cosas lógicas que son necesarias para que todos participemos en este juego con las mismas reglas.

Creo firmemente que somos responsables de no vender humo, de ser leales a nosotros mismo y sobre todo a nuestros clientes. Vender actividades para las que no tengamos competencias, por amplio que sea nuestro bagaje, es exponer a nuestros clientes a riesgos para los que no tenemos soluciones, es mentirles a cerca de su seguridad y exponernos a nosotros mismos a inhabilitaciones de por vida.

Todos aquellos que no cumplen estas reglas, nos atacan de una manera u otra a los que si lo hacemos y sus errores salpican y perjudican a todo el colectivo.  

Pero tampoco debemos de perder de vista nuestro papel como clientes. Debemos informarnos de qué estamos comprando, que condiciones nos dan, a que peligros nos exponemos y como gestionarán esos peligros. Ya sea en una sencilla caminata por el monte, una escalada o un curso formativo.

Gran día en la cumbre del Picu.















Curso de Alpinismo.















Como clientes tenemos el deber de informarnos sobre la titulación, competencias y coberturas de los seguros de nuestros guías. Somos responsables como usuarios de que el mercado no se convierta en una película de piratas y corsarios, donde el cliente es la víctima.

Fernando Calvo con un cliente en El Friero.


















Nuestros clientes ponen su vida en nuestras manos para que ellos solo se preocupen de disfrutar y vivir experiencias únicas. Ser rigurosos y profesionales es nuestra responsabilidad y parte de nuestro trabajo. Es nuestro deber.

Una vez cumplido todo esto, acabado nuestra formación, debemos seguir trabajando, reciclándonos y pasando todo el tiempo posible en el monte, que es donde un Guía de Montaña debe de estar. Escalando, esquiando o haciendo lo que sea que le haga mejor para su actividad profesional.

Día libre entre dos días de trabajo

Entrenamiento y disfrute invernal.





























Gracias a esta pasión que tenemos, disfrutamos formándonos, pateando, esquiando, escalando y preparándonos cada día para ser mejores guías y lo que es más importante, mejores personas, que al fin y al cabo, es lo que importa.