"En el límite de la tierra de los hombres, erguido en la cumbre que embrujó sus noches, el joven alpinista yergue su cuerpo y su corazón, su alma y sus sueños.
Una región de nieve y rocas se extiende ante él hasta perderse de vista, en medio del silencio y el misterio infinito."
Gaston Rébuffat

1 de diciembre de 2013

EL GRAN BLANCO

No se trata de un documental de National Geographic sobre tiburones, ni de un reportaje de Documentos TV sobre narcotráfico. Sencillamente es la llegada de nuestra particular droga invernal, la nieve.

Para muchos la llegada de la nieve supone un cambio importante. Más allá del inicio de la temporada de esquí, supone un atisbo de esperanza, de que, pese a todo lo malo y los problemas que tenemos, la vida sigue su curso, avanza. Cambiamos de estación. El decorado es completamente distinto y quizá sea la pureza del blanco la que avive nuestro interior y nos haga ver que todo sigue su curso.

Mes de Noviembre; tiempo de descanso laboral, de ponerse a tono con la deportiva, de hacer planes para el invierno y de pensar en la que se avecina con ansia y nerviosismo. Este año va a ser benévolo con nuestros nervios y mucho antes de que llegue Diciembre con el invierno oficial, vamos a tener nuestras montañas cubiertas de ese esperado manto blanco.


El invierno se cuela en el otoño
Kako y yo ya nos habíamos estrenado en hacía una semana en Fuentes de Invierno. Un día con poca visibilidad y nieve perfecta. Suficiente para probar las piernas y quitarse la tontería. Quedamos sorprendidos de la cantidad de nieve caída... No rozamos ni una piedra.

Sillas de Entresierras completamente heladas
Al igual que cada invierno hay nuevos proyectos, no pueden faltar ciertas visitas obligas. Es el caso del Picu Boru. Situado justo encima de Sotres, cierra el Macizo Oriental de Los Picos por el norte y tiene uno de los mejores descensos con esquís de nuestras montañas.

Sotres con Brañiella y el Boru como telón de fondo
Este año no iba a ser menos. Hablo con Chamoso y como no podía ser de otra manera, se apunta al plan. El Boru y la pala de Brañiella, son su particular descenso de cada día, siempre que tiene libre. Sale de casa con las tablas puestas y se las vuelve a quitar en el felpudo. Tanto es así, que a este lugar lo llamamos "Cuesta Chamoso".

Sin prisa, a eso de las 10:30 nos ponemos los tres a foquear por los prados de Sotres. La mañana se ha encapotado un poco, lo que nos hace temer que la nieve se encostre. Ayer era polvo de primerísima calidad y hoy ya es otra cosa. Habrá que bregar con lo que haya, que como dicen, no hay mala nieve si no...

Foqueando con Pandébano al fondo
Avanzamos sin prisa aprovechando la huella que Chamoso y Fer dejaron hace tres días. A ratos se pierde ya que ha venteado y se ha cubierto parcialmente. Vamos parando, comentando lo prometedor del invernó, lo que ha nevado, contando chistes y diciendo pijadas... Las risas nunca deben faltar!
En poco tiempo llegamos al collado que está justo bajo la pala de Brañiella. El Macizo Central aparece espectacular, con nubes lenticulares a modo de boina, lo que indica vientos fuertes en altura.
Promete ser un día de luces espectaculares y me he olvidado la cámara, así que me voy apañando con el teléfono.
Fresnidiello, Cabeza Las Moñas, Las Moñetas...
Seguimos subiendo por esta pala que ya nos hace babear pensando en el descenso. Como suponíamos, la nieve se ha encostrado un poco y debido al viendo que sopla a ratos, está muy cambiante. Eso sí, esto ayuda a que el riesgo de aludes haya disminuido y sea bajo. 

Kako y Chamoso.

El placer de foquear
Hace cuatro días Fer hizo un corte en el collado y a 40 centímetros apareció una capa débil de nieve granudada. Ahora se ha encostrado y asentado algo, pero así todo hay que prestar atención a las orientaciones ya que hoy sopla viento bastante fuerte del Este a partir de los 1700m.

Nosotros seguimos hasta culminar la pala y llegamos a Los Llanos de Brañiella.

La costra se aprecia en la huella


El viento en las cumbres es evidente

Seguimos hasta Las Cruces y justo debajo nos quitamos las pieles y nos decantamos por bajar. Nos espera una bajada increíble y el ansia gana la partida.
El viento es fuerte y la sensación térmica bastante fría. 

Bajamos Brañiella con una nieve mejor de lo que parecía en un principio, bastante cambiante pero aún muy esquiable. La fina costra que se ha formado no nos priva de disfrutar y esquiar con técnica y control. Esta bajada tiene la pendiente perfecta, mantenida y con unas dimensiones enormes para que cada uno trace su huella a su gusto.
Kako baja en telemark demostrando un gran dominio.

Extraña imagen doble sacada con el teléfono
"La Pala". Sotres al fondo
Ya en el bosque, más protegido del viento, la nieve mejora y gritos de emoción salen de cada uno. Llegamos a Sotres con una sonrisa difícil que quitar. 
Arriba sigue soplando el viento, dibujando formas con las nubes y regalándonos imágenes preciosas.

Las nubes y el viento juegan sobre el Macizo Central
Ha sido la primera al Boru y seguro que no será la última. El invierno ya está aquí. Lo esperábamos impacientes. Ahora solo queda disfrutarlo y compartirlo, con el respeto y la prudencia que se merece.